No cabe duda de que esta frase es una contradicción en si misma y nos hace pensar que cualquier cambio no está en nuestras manos, ya que no todo depende de nosotros, mas bien son nuestras circunstancias, externas y fuera de nuestro control las que nos condicionan.


Sin ánimo de entrar en discusiones filosóficas al respecto, tanto en lo que somos como en lo que hacemos y nos ocurre, influyen factores que a veces se escapan a nuestro control, sin embargo todavía hay mucho que podemos hacer para superar las situaciones que nos hacen infelices, ya sean limitaciones personales, problemas de relación, etc.


Me gustaría poder compartir con vosotros algunos artículos sobre temas que nos afectan a muchos y que para algunos representan un problema, en mayor o menor medida. En algunos casos un problema puede llegar a limitar la vida y a producir sufrimiento propio y de los que nos rodean.


Recuerda que:


La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. Benjamin Franklin

martes, 4 de enero de 2011

¿ESTÁS MELANCÓLICO, TRISTE O DEPRIMIDO?

En el siglo IV a.C. Hipócrates hablaba de ciertos estados de abatimiento a los que dio el nombre de “melancolía”, a lo largo de los siglos se ha utilizado este término para referirse a un estado de ánimo depresivo, hasta hace no mucho tiempo se ha usado como sinónimo de depresión endógena, actualmente “melancolía” correspondería a la depresión mayor.

Retrocediendo de nuevo en el tiempo recordamos célebres melancólicos, deprimidos en mayor o menor grado, desde Beethoven a Bécquer, la literatura y la música está plagada de personajes talentosos, geniales, que reflejaron en su obra la melancolía que les invadía.

Pero ¿qué es la distimia?, esta palabra proviene de unas palabras griegas que significan "humor perturbado". Se emplea el nombre de distimia para calificar una alteración del estado de ánimo, también se denomina con otros nombres: depresión menor o depresión crónica.

Es común que muchas personas confundan la depresión con la tristeza, sin embargo la tristeza es un sentimiento normal, una emoción propia del ser humano ante una situación desafortunada, cuyo proceso puede concluirse con un reajuste de ideas, mientras que la depresión es un síntoma, una enfermedad, que puede durar semanas, meses o años y debe tratarse.

Según confirman una serie de estudios, entre un 3% y un 5% de la población general ha presentado alguna vez en su vida un período distímico, respecto a la edad de inicio de la distimia, a diferencia de la depresión mayor, pueden comenzar tanto en la adolescencia e infancia como en la edad adulta.

Para establecer el diagnóstico de distimia, el proceso ha de durar al menos dos años, los síntomas suelen ser moderados, lo que hace que muchos de los que la padecen, no puedan establecer el momento en que comenzaron a sentirse deprimidos. Afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres.

¿Cuáles son las causas?


No existe una sola causa de la distimia, puede producirse por una causa o por una combinación de varias, no obstante algunas personas tienen una mayor probabilidad de padecer una depresión que otras. Esta predisposición puede explicarse por varios factores:

Herencia: Existe un mayor riesgo de padecer de depresión cuando hay un historial familiar de la enfermedad, lo que demuestra que se puede heredar la predisposición biológica.

Factores Bioquímicos: Se ha demostrado que la bioquímica del cerebro juega un papel significativo en los trastornos depresivos. El déficit de ciertas sustancias químicas en el cerebro llamadas neurotransmisores, como la serotonina, puede afectar al 30% de las personas.

Situaciones estresantes: La muerte de un familiar cercano o de un amigo, una enfermedad crónica, dificultades financieras, un divorcio u otros problemas personales, pueden ocasionar síntomas que mantenidos a lo largo del tiempo desemboquen en una depresión.

Estacionalidad: Hay personas que desarrollan depresión durante los meses de invierno, cuando los días se hacen más cortos y se reduce la cantidad de horas de luz.

Personalidad: Las personas con esquemas mentales negativos, baja autoestima, sensación de falta de control sobre las circunstancias de la vida y con tendencia a la preocupación excesiva, son más propensas a padecer una depresión.

Entre los síntomas de la distimia estarían:
  • Altibajos en el estado de ánimo.
  • Tendencia a un estado de ánimo irritable o deprimido.
  • Sentimientos de culpa y/o desesperanza.
  • Fatiga y cansancio crónico.
  • Dificultad para disfrutar de las cosas positivas de la vida.
  • Trastornos del sueño: insomnio o sueño no reparador.
  • Dificultades para concentrarse: problemas de memoria y concentración incluso en actividades lúdicas.
  • Tendencia a las somatizaciones: cefaleas y vértigos son las más frecuentes.
La distimia es una causa frecuente de malestar personal y familiar. Las personas que padecen distimia suelen mostrarse irritadas, agresivas y con una baja tolerancia a la frustración.

Tratamiento y ayuda para la distimia

Tal vez lo más importante que alguien puede hacer por la persona deprimida es ayudarle a que reciba el diagnóstico y tratamiento adecuado. Existen disponibles varios medios que pueden ayudar a superar este problema, tanto la psicoterapia como los antidepresivos de nueva generación que ayudan a compensar el desajuste de neurotransmisores.

El entorno cercano del que padece este problema debe darle apoyo emocional, lo que implica comprensión, afecto, estímulo y mucha paciencia. Es también vital conversar con la persona deprimida y escucharla con atención, evitando minimizar los sentimientos que exprese, pero ofreciendo un punto de vista realista y esperanzador. Se trata de ayudarle a que recobre la objetividad en su forma de ver los asuntos, los deprimidos son especialmente sensibles hacia los aspectos tristes que les impide ver los positivos.

Invite a la persona deprimida a pasear, ir al cine y a participar en otras actividades que antes le deparaban satisfacción, persista amablemente si rechaza la invitación.

“Jamás desesperes, aún estando en las más sombrías aflicciones, pues de las nubes negras cae agua limpia y fecundante”.  Miguel de Unamuno

Psicología para el día a día