Somos seres sociales y pasamos la mayor parte de nuestras vidas con otras personas, no nos queda más remedio que comunicarnos y aprender a hacerlo lo mejor posible. Aunque damos mucha importancia a la comunicación verbal, gran parte de la comunicación la realizamos a través de canales no verbales. Importa no solo lo que decimos, sino cómo lo decimos y desde dónde.
Charles Darwin en 1872 en su libro “La expresión y las emociones en el hombre y los animales” presentaba sus ideas y observaciones sobre el lenguaje corporal y su importancia. Estudios recientes, indican que el canal verbal expresa información, mientras el no verbal hace lo propio con las expresiones, estados y actitudes, y en algunas ocasiones, sustituye al canal verbal. Según estos estudios entre un 60% y un 80% de la comunicación no es verbal, la influencia de las palabras supone un 7%; el tono de voz, la cadencia y la frecuencia el 38% y la gestualidad el 55%.
Dentro de la comunicación no verbal estarían: los gestos, movimientos del cuerpo, el tono de la voz, la cadencia, incluso la ropa que nos ponemos y nuestro olor corporal. La comunicación no verbal, servirá para apoyar nuestras palabras y reforzarlas, o contradecir lo que decimos. Todos hemos experimentado situaciones en las que lo que nos decían con palabras, no correspondía con lo que la cara, la postura o los ojos de nuestro interlocutor decían.
Hay algunas capacidades como sonreír, succionar, elevar las cejas, fruncir el ceño… que están presentes en todo el mundo, incluso niños ciegos y sordos, de manera innata, manifiestan esos gestos. Otros gestos están influidos por la cultura en la que nos desenvolvemos.
A continuación vamos a ver una serie de ideas que son aplicables a muchos de los entornos y circunstancias en las que nos movemos:
Respetar el espacio personal
Cada individuo tiene su propio territorio, ese espacio personal será mayor cuanto menos conozcamos a la persona. Con los que no conocemos, la “zona pública” es alrededor de 3/6 m; la” zona social” de entre 1,2/3,6 m; la “zona personal” estaría entre 46 cm/1,2 m; y es la “zona íntima”, a la que invitamos a muy pocos, la más pequeña de 15/46 cm. Cuando alguien se acerca más de lo que adecuado e invade una zona que no le corresponde, produce malestar y rechazo en la otra persona.
Posturas a cuidar
Si durante una conversación te cruzas de brazos o piernas, suele significar una actitud defensiva, transmitiendo el mensaje de que te importa muy poco lo que te están diciendo. Si las mantenemos ligeramente abiertas mostraremos una actitud negociadora y cordial. Morderse las uñas, chasquear los dedos o dar golpecitos con ellos en la mesa, sería muestra de nerviosismo e inseguridad.
La inclinación de cuerpo también demostrará nuestro interés por el interlocutor, tendemos a acercarnos cuando nos interesa lo que nos dicen y a retirarnos cuando no estamos cómodos, incluso deslizándonos en el asiento.
Hay una serie de gestos que pueden indicar que lo que estás diciendo es falso, por ejemplo: taparte la boca con la mano, tocarte la nariz, rascarte el cuello, frotarte los ojos, pueden transmitir que no estás siendo honesto, evita esos gestos, si acaso tócate la barbilla para demostrar interés y reflexión.
Hablando con las manos
En general las palmas de las manos abiertas hacia arriba indican sinceridad, por el contrario si están hacia abajo significa dominancia y a veces poca honestidad. Si cruzamos las manos por detrás de la espalda, denotamos un alto grado de seguridad en nosotros mismos. Cuando saludamos, el apretón de manos vertical indica igualdad, si nuestra mano está encima muestra dominio y si está debajo sumisión. Si damos la mano con fuerza significa seguridad, lo contrario transmite desgana y falta de interés.
Contacto ocular adecuado
Las personas sinceras suelen mirar a los ojos de su interlocutor cuando hablan, en general inspiran más confianza que los que rehúyen la mirada, pero habría que evitar un contacto visual prolongado e intenso porque podría transmitir agresividad o interés sexual. Cuando abrimos mucho los ojos denotamos sorpresa, admiración, los ojos más cerrados denotan desaprobación o desconfianza.
Sonreír
Siempre que haya ocasión para ello, sonríe. Resulta muy importante si es la primera vez que te encuentras con alguien, ”el cerebro humano prefiere los rostros felices” según Goleman (inteligencia emocional). Debería ser una sonrisa sincera, es muy fácil detectar una sonrisa falsa, en cuyo caso produciríamos una mala impresión.
Asentir
Cuando te están hablando y asientes con la cabeza, el interlocutor va a recibir el feedback de que estás entendiendo lo que dice y que estás de acuerdo, es un gesto muy adecuado, pero evita abusar del gesto.
Para que los gestos tengan significado, deberían considerarse dentro del contexto adecuado en que se producen, un gesto aislado o fuera de contexto, podría tener otro significado totalmente diferente, por ejemplo si vemos a alguien cruzado de brazos cuando está en la calle y es invierno, lo más probable es que tenga frio.
La comunicación eficaz es aquella en la que el receptor entiende e interpreta correctamente lo que ha dicho el emisor, para lograrlo deberíamos conseguir que tanto nuestras palabras como nuestros gestos estén en armonía, recuerda tus gestos te delatan.