El querer mejorar es encomiable y es el primer paso hacia la consecución de los deseos, estamos en la línea de meta y ahora tenemos que prepararnos para conseguirlo, pero ¿qué hacer para que el deseo sea un logro? y ¿cómo impedir que se quede en una buena idea?. Será preciso contar con formas de enfrentarse a los problemas que vayan surgiendo, en muchos casos, se trata de retos que ya hemos intentando anteriormente sin éxito y ahora queremos que sea diferente, por lo que deberemos hacer las cosas de manera distinta.
Lo que va a determinar el éxito o fracaso en un proyecto, es la forma de llegar al objetivo, no basta con sólo desearlo y esforzarse, se trata de hacerlo de la manera más efectiva. Veamos algunas pautas que nos podrán ayudar a ponerlo en acción:
Actitud personal. ¿Eres capaz de lograrlo? ¿te lo crees? Debes sentirse capaz de afrontar este reto, confiar en ti mismo.
Tener metas concretas y realistas. Tienes que tener claro lo que quieres conseguir, por ejemplo: no es lo mismo decir “quiero buscar trabajo” a “voy a encontrar trabajo de profesor de idiomas…” el tener algo concreto, hará que no te disperses en el esfuerzo y al centrarte serás más efectivo.” Además deberías tener metas razonables, yo nunca podría jugar en la NBA porque mis condiciones físicas harían imposible siquiera ser jugador de baloncesto. Las metas “no realistas” están condenadas al fracaso y la frustración desde el principio.
Visualiza tu meta. Quieres un nuevo trabajo, crees que puedes conseguirlo y te has preparado para él, ahora “piensa y visualiza que tú estás en ese nuevo trabajo tan deseado, que lo has conseguido y disfruta imaginando cómo será, añade tantos detalles como quieras”. Hacerlo te servirá para reforzar tu voluntad. Esta es una de las claves de los triunfadores, ellos se imaginan consiguiendo su objetivo.
Trabajo y disciplina. ¿Estás dispuesto a trabajar por lo que deseas? Conseguir la mayoría de las cosas, requiere esfuerzo constante y autodisciplina, organizarte un plan de acción y cumplirlo.
Autoevaluación. A medida que avanzas en tu meta, deberás ir revisando cómo lo estás haciendo, si estás avanzando hacia tú objeto, si tienes que corregir algo… Sólo así evitaras un esfuerzo inútil, reflexiona a menudo.
Evitar repetir antiguos errores. No podemos seguir intentando vez tras vez algo que ya falló en ocasiones anteriores, si no lo conseguiste antes de esa forma, deberías hacer un enfoque distinto en esta ocasión.
Ética. No todo vale, para conseguir nuestros objetivos no debemos usar malas artes, tenemos que hacerlo bien y sin causar daño a otros.
Tenacidad. Se trata de firmeza y constancia en la consecución de nuestra meta, no es tozudez, es esfuerzo con inteligencia, no podemos derrumbar un muro a empujones pero sí podemos hacerlo con las herramientas adecuadas. Esta es tal vez otra de las cualidades más necesarias para lograr objetivos, porque el cansancio y las dificultades nos lo pondrán difícil y tendremos que compensarlo con más determinación y firmeza.
Motivarse. Una vez que estás dirigiéndote hacia la meta, necesitarás poner pasión e ilusión en el camino para vencer los obstáculos que seguro te encontrarás, felicítate por los logros que vas consiguiendo y no te dejes vencer por los pequeños errores que cometas.
Aprende de otros. Utiliza las experiencias de otros que ya lo han conseguido antes, seguro que encontrarás personas en tu entorno, que ya han conseguido lo que ahora tú estás buscando, pregúntales y averigua ¿cómo lo hicieron? ¿qué les ayudo? …
Estas son algunas de las cosas que pueden ayudarte en el proceso de cambio que supone conseguir un objetivo, algunos de los objetivos que deseamos con carreras de largo recorrido, es innegable que es más fácil empezar a ir al gimnasio y hasta conseguir hacerlo regularmente que vencer un hábito nocivo instalado durante años en nuestras vidas, pero nuestros procesos mentales son los mismos y la capacidad de motivación, actitud, tenacidad … tienen cabida en cualquier proceso que implique un cambio y correspondiente mejora.
Ahora, imagina que lo has logrado ¡enhorabuena¡ cada reto conseguido, cada meta lograda, te servirá de estímulo para la siguiente, te reforzará y hará un poco más fácil la próxima, no olvides que el conseguir objetivos es un proceso que irá avanzando lentamente, aprende del recorrido e incorpora lo aprendido para tu propio provecho.
“Haz lo necesario para lograr tu más ardiente deseo, y acabarás lográndolo”. Ludwig van Beethoven