Durante los próximos tres días compartiré espacio con los trabajadores de la Plataforma Casablanca, la única plataforma de extracción de crudo en España. La plantilla habitual la forman poco más de treinta trabajadores, en momentos de trabajos especiales pueden llegar a ser más de 50.
¿Cómo se vive allí? ¿Qué les hace diferentes? No cabe duda que la vida y las condiciones de trabajo en este tipo de instalaciones son duras y estrictas, trabajan en turnos de 12 horas los 7 días de la semana, durante dos o tres semanas seguidas, tras las que disfrutan del mismo número de días de descanso. Las habitaciones son compartidas, disponen de varias salas de descanso y televisión y una cocina que prepara comidas variadas y sanas, abierta a cualquier hora del día o de la noche.
Todo aspirante a este trabajo, debería preguntarse cómo será su vida en ese ambiente, lo cierto es que además de los problemas de cualquier trabajo, habría que añadir el aislamiento, la posible soledad, el no tener posibilidad de escape, en el sentido de ir a otro lugar al acabar el trabajo. Estas peculiaridades, unidas a la convivencia con los compañeros de trabajo, en un espacio reducido y a la falta de intimidad, son factores a considerar para los posibles candidatos. Además debería considerar si su condición física será adecuada para ese tipo de trabajo y situación.
Respecto a la soledad, es en parte subjetiva, ya que dependerá de la percepción de cada individuo, se podría definir la soledad como la diferencia entre el nivel de contacto social que deseamos y el que realmente alcanzamos. Resulta difícil establecer que es una persona solitaria, porque ese perfil estará en función de lo que el individuo considere estar solo, algunos se sienten solos a pesar de contar con muchas relaciones sociales, mientras que otros disfrutan de su soledad, sin sentirse abatidos ni abandonados.
Aquellos que se sienten solos deberían recordar que la soledad se cura, creciendo como persona, alimentando nuestra mente y estableciendo relaciones personales, familiares y/o sociales de calidad. Algunos han intentado combatir su soledad mediante las redes sociales, no obstante estas redes no proporcionan amistad de calidad, se trata de meros contactos virtuales sin posibilidad de profundizar en lo humano, prestándose al engaño e invención, que en muchos casos produce todavía más soledad y abatimiento.
“Me está cambiando el carácter” esta era la frase de un operario cuando me explicaba cómo le había afectado su trabajo en la plataforma, al preguntarle a qué se refería, me indico que no es que fuera peor, pero sí muy diferente, ahora su orden de prioridades, su actitud ante las cosas, la manera en que utilizaba el tiempo era diferente a la que tenía años atrás.
Durante los periodos a bordo, podemos viajar hacia el interior de nuestras mentes y conocer nuestras almas, descubrir cómo somos, qué queremos hacer, dónde nos gustaría estar. Asimismo nos permiten leer, aprender sobre materias que desconocemos. A pesar de las limitaciones lógicas de espacio y situación, las condiciones de vida son cada vez mejores, facilitando comodidades y prestaciones similares a una instalación hotelera, acceso a internet, televisión, canales digitales y satélite, juegos de mesa, videojuegos.
Los motivos que han traído a este lugar a unos y otros varían, desde los jóvenes ingenieros que lo ven como un reto para su formación y ascenso futuro, a operarios que aspiran obtener mayores ingresos y tiempo libre, no olvidemos que disfrutan del mismo tiempo de vacaciones que de trabajo, mucho más importante que los motivos, serán las actitudes que estos trabajadores desarrollen. Pudiendo buscar lo positivo de la situación, como las ventajas económicas, el disponer de tiempo libre de calidad con sus familias, posibilidades de formación, experiencia, posibilidad de ascensos, etc.
Nuestro mundo cambiante nos ofrece un sinfín de oportunidades en lo laboral, en lo personal, experiencias humanas de todo tipo, cada uno elegirá la que más le convenga, pero el éxito de tus decisiones, dependerá de la actitud con la que te enfrentes a ellas y de la interpretación que hagas de lo que te sucede en tu caminar por la vida.
“La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante, de nosotros depende elegir el que más nos plazca”. Samuel Smiles.
Gracias a Repsol y al personal de la plataforma que hicieron que mi estancia allí fuera muy agradable y didáctica, al DUE, al supervisor, a los cocineros y a todos y cada uno de los operarios e ingenieros que me escucharon y contaron pedacitos de sus vidas.
Gracias por el taller de estrés, se agradece aprender y recordar cosas que hacen que disfrutemos la vida más... si cabe!
ResponderEliminarGracias a ti por estar en el taller, me alegra mucho te sirva, en efecto la vida hay que disfrutarla todo cuanto podamos.
ResponderEliminarHola, Gloria: un pequeño viaje como éste es toda una aventura para los que llevamos una vida más o menos rutinaria y urbanita, supongo que para ti
ResponderEliminartambién lo habrá sido.
No conzoco a nadie que viva en unas circunstancias similares a las de una plataforma petrolera, pero, por adelantado, admiro su fortaleza psicólogica y
la solidez de su personalidad. Para mí, amante de la soledad voluntaria, sería muy difícil resistir la presión de un entorno en el que no hay escapatoria.
Quizá, en semejantes circunstancias, mi mente -habría que revisar qué entendemos por "mente"-
haría dejación de mi cuerpo y escaparía hacia lugares donde nunca he estado, pero que, sin embargo, serían familiares. Evocaría aquellas escenas portuarias que pintaba Claudio de Lorena, en las que los palacios coronados por estatuas pensativas fijaban sus ojos de piedra en el distante y oscuro océano, sobre el que flotan buques cargados de armas y frutas maduradas en países lejanos. Entonces uno pensaría en los príncipes, en los filósofos y en los poetas que habitan esos palacios, y, más lejos, observando las graves torres -¿plataformas?-, tendría un sentimiento para las gentes que las pueblan: lugares -prisiones o fortalezas- cargados sin duda de sufrimiento y melancolía.
EmilioG
Gracias por tu estupenda reflexión sobre "viajar con el pensamiento", es cierto que se requieren unas determinadas características físicas y mentales para vivir en esas condiciones, no todos lo consiguen, es preciso mucha disciplina y control emocional, pero como tú indicas siempre podemos transladarnos, con la mente, a paraisos soñados, a lugares en los que nos sintamos felices. Esta visualización sería una terapia que nos equilibraría y compensaría el vacío y las ausencias.
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