“El amor que hoy se atesora en mi corazón mortal, no es un amor terrenal como el que sentí hasta ahora, no es una chispa fugaz que cualquier ráfaga apaga, es incendio que se traga cuanto ve, inmenso voraz…” desde que en 1844 José Zorrilla, escribió su Don Juan Tenorio, el arte de la seducción, ha experimentado grandes cambios, tal vez más en la forma que en el fondo. Seguimos buscando lo mismo, amar y ser amados, aunque de distintas maneras.
El devenir del tiempo nos ha llevado, de las presentaciones formales de parejas de antaño, los matrimonios acordados, los encuentros fortuitos y las parejas por cercanía en el entorno social… a las páginas de contactos por internet.
Hasta hace unos pocos años, ligar por la red no estaba bien visto, se pensaba que los que acudían a un servicio de citas por internet, lo hacían porque, tal vez, eran incapaces de hacerlo en la vida real, o porque no les quedaba otra forma, pero ya hace tiempo que se piensa de otro modo.
Los portales de citas, son para muchos, una alternativa rápida y sencilla, con menos compromiso e implicación, para encontrar pareja. En este medio, y según indican estas empresas, la foto lo es todo. La forma de evaluar es diferente a la que se hace cara a cara, cuando se navega por estas páginas, se comparan los diferentes perfiles de manera conjunta, para decidir quién coincide más con las expectativas físicas, sociales y económicas deseadas, esto difiere de la que se hace “en vivo” en la que la evaluación es individual. Además el medio virtual se presta a la ocultación, en algunos casos engaño y la posible interpretación, más difícil en el vivo y en directo.
Sin entrar en un debate sobre qué medio es mejor y entendiendo que en cada caso habrá ventajas e inconvenientes, los factores de fondo permanecen en ambos casos, la mayoría prefiere compañeros atractivos, aunque finalmente acaba saliendo con alguien similar a ellos, entre las cualidades que mejor predicen el éxito de una pareja, están la compenetración, el sentido del humor y la compatibilidad sexual.
No hay una formula mágica para seducir, cada persona es diferente, percibe las cosas de distinto modo y tiene unas prioridades distintas, lo que funciona en un caso podría ser absolutamente inútil en otro, aunque hay una serie de cosas que pueden ayudarte y deberías tener en cuenta:
Conócete a ti mismo, ¿Qué buscas? ¿Qué es importante para ti?, el profesor Jeffrey Hall, experto en estudios de la comunicación en la Universidad de Kansas, hizo un estudio sobre los diferentes estilos de seducción e identificó cinco estilos de ligue o seducción:
- Estilo de seducción física. Basado en expresar el interés sexual a la posible pareja. Los partidarios de este estilo, afirman haber tenido más relaciones amorosas de poca duración, que se desarrollan con facilidad.
- Estilo de seducción tradicional. Aquí son los hombres quienes dan el primer paso y las mujeres son más pasivas. Esta actitud pasiva de la mujer puede disminuir sus probabilidades de ligar. Suelen ser personas que buscan relaciones de largo recorrido.
- Estilo de seducción amable. Estilo basado en la amabilidad, buenos modales y sin comunicación sexual durante el proceso de ligar. Estas personas suelen tener relaciones significativas, basadas en la amistad.
- Estilo de seducción sincero. En este estilo se crean conexiones emocionales, se demuestra sinceridad en la comunicación, se suele dar más en mujeres. Las relaciones implican una fuerte conexión emocional, química sexual y suelen ser significativas.
- Estilo de seducción “juguetona” o alegre. Las personas que llevan a cabo este estilo, generalmente tienen poco interés en tener un romance a largo plazo, buscan una aventura divertida o un juego para subir su autoestima.
Ten claro lo que quieres. En la mente de cada uno de nosotros hay una serie de criterios básicos, requisitos mínimos, que deben cumplirse antes de que podamos enamorarnos de alguien. A pesar de cumplir con estos criterios, esto no nos garantiza necesariamente enamorarnos de esa persona, sin embargo, no cumplir con ellos hará casi imposible que lo ames. Algunos ejemplos de requisitos pueden ser: "Él debe ser no fumador", "Tiene que ser religioso", “Debe ser culta” “Tiene que ser más alto que yo” etc...
Intenta conocerle. No te quedes en la superficie, intenta conocer sus gustos, sus miedos, qué le emociona, escúchalo. Cuanto mejor le conozcas, más posibilidades tendrás de acercarte a tu persona amada. No se trata de hacerle un tercer grado, si no de interés personal, empatía, algo que seguro percibirá y le hará sentirse cómodo a tu lado.
¿Debes esforzarte más? ¿Llamarle a menudo? ¿Escribirle frecuentemente? … Y ¿si lo haces funcionará?, esto dependerá de cómo sea la persona, si tu posible pareja, es una persona dependiente o si está en un momento vulnerable de su vida, es muy probable que tus esfuerzos produzcan resultados y la persona se sienta halagada; por el contrario con personas muy independientes, un excesivo “acoso” podría ser contraproducente. Es difícil establecer frecuencias, cantidades, ¿Qué es lo adecuado? Si una llamada diaria es mucho o poco, si varios mensajes al día son excesivos, cado caso difiere, pero en esto como en todo el equilibrio y sentido común es vital.
Déjate ver. Que él o ella puedan observarte, aún cuando no te dirijas a la persona, como reza el refranero popular “el roce hace el cariño”…si tenéis amigos en común es aún mejor, ellos pueden recordarle a ti.
Sitúate bien. Cuando alguien oye tu nombre, ¿cuál es la primera palabra que viene a su mente?, ¿con qué te asocian? Es difícil sentirse atraído hacia quien nos produce rechazo, si le recordamos como alguien frio, agresivo, gritón, cotilla, charlatán… en cambio nos produce una sonrisa recordar a quien nos inspira simpatía, bienestar, confianza.
Estas son sólo algunas cosas que pueden ayudarte en el arte de la seducción, tu propia experiencia vital, te dará claves para tener éxito. Lo cierto es que tendemos a repetir patrones de conducta, sin embargo si repasamos nuestros éxitos y fracasos, deberíamos corregir aquellas conductas que no produjeron los resultados apetecidos. Aunque esto parece una obviedad, la realidad demuestra que no siempre lo tenemos en cuenta. La gran cantidad de fracasos sentimentales y experiencias dolorosas, ratifican este hecho.
Personalmente, soy partidaria de la reflexión y el análisis, como si de una inversión inmobiliaria se tratase o de una carrera profesional, no estaría de más anotar ventajas e inconvenientes de la posible pareja/relación, una vez repasadas las mismas, estaremos en mejor posición para el reto de enamorar y enamorarnos. Siempre habrá factores imprevistos y variables incontrolables con los que tendrás que lidiar, al menos lo que de ti dependa, intenta tenerlo claro.
Y si decides entrar en el sorprendente mundo de la seducción, como en los cuentos de hadas, te deseo “… y fueron felices y comieron perdices”.
Me encanta lo que dices, es generalista claro, porque cada persona luego requiere sus atenciones específicas, y uno es uno y sabe lo que quiere, no siempre, pero creo que generalmente sí, y cuando tienen que congeniar dos la cosa es más compleja, ahora bien, es cuestión de querer, como yo digo, las asignaturas troncales hay que aprobarlas y ninguna puede quedar para septiembre, las opcionales, se acepta el suspenso.
ResponderEliminarAntonio
Gracias Antonio por tu comentario, como dices congeniar dos personas siempre es complejo, las relaciones humanas son "a priori" difíciles, pero hay que intentarlo claro. Personalmente, lo que más importante me parece, es tenerlo claro, es decir saber qué quieres, qué buscas, lo que para cada uno es importante, a qué cosas no estás dispuesto a renunciar, ni tolerar y a partir de ahí ... bueno a intentarlo y que Dios reparta suerte¡ como en los toros. Permíteme la bromita. Y claro, según somos más mayores y experimentados, nos resulta más complicado encontrar a la pareja ideal ¡curioso¡ ¿no? pero cierto. Un saludo.
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