Viven entre nosotros, los conoces, puede ser tu jefe, tu cuñada, el peluquero, la dueña de la librería de la esquina, el Director del Banco … Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) se estima que el 1-2% de la población es psicópata, otras estimaciones dicen que incluso llegarían al 6 %. La proporción se dispara en algunos sectores, un estudio elaborado por un grupo independiente de psicólogos para el instituto estadounidense de estudios financieros CFA, afirma que el 10% de los 171.300 empleados que trabajan en Wall Street tiene rasgos psicopáticos.
Desde maltratadores domésticos a defraudadores financieros, pasando por “tiburones” de los negocios, directivos despiadados… encontramos psicópatas en todos los estratos de la vida y de la sociedad. ¿Qué tienen en común todos ellos? ¿Cómo distinguir a un psicópata? ¿Son en realidad tan peligrosos?
Son astutos, atractivos, espontáneos y desinhibidos respecto a las normas, grandes seductores. ¿Te has cruzado con alguno? Seguro que sí, pero tras esa atrayente apariencia, se esconden verdaderos depredadores emocionales y sociales, crueles y despiadados.
Tienen un egocentrismo desmedido, esto implica que el psicópata trabaja siempre para sí mismo, por lo que cuando da, está manipulando o esperando recuperar esa inversión en el futuro. Resultan incapaces de mostrar empatía, son impulsivos, sin escrúpulos, ni remordimientos. Tienen una gran capacidad de captar las necesidades de otros y utilizar esa información en su propio beneficio. Lo que les define fundamentalmente es la falta de emocionabilidad, la incapacidad de reaccionar apropiadamente a situaciones que producen reacciones emocionales en otras personas normales, aunque pueden “fingir” emociones para su propio interés e interpretan diferentes personajes y papeles para conseguir sus fines.
Una personalidad psicopática no se restringe al asesino en serie tantas veces reflejado en las películas. Un psicópata puede ser una persona, de apariencia impecable, simpática y de aspecto sensato, que sin embargo, no duda en cometer un delito cuando le conviene y lo hace sin sentir remordimiento por ello. La mayoría no cometen delitos legales, pero mienten, engañan y manipulan a las personas y situaciones para lograr sus objetivos. En las empresas, los psicópatas “trepan” y alcanzan rápidamente posiciones de poder, desde las que explotan a la empresa y trabajadores en beneficio propio.
¿Cómo puedes protegerte de ellos? ¿Qué hacer para identificarlos? No resulta fácil, porque como decíamos antes, la mayoría no son asesinos sangrientos y suelen pasar desapercibidos, ocultos tras vidas aparentemente normales. Es en las cárceles, empresas y en las altas esferas financieras y políticas donde es más fácil reconocerlos. La mayor parte de los escándalos políticos y financieros de los últimos tiempos en nuestro país, han sido realizados por individuos con características psicopáticas, curiosamente, estos personajes pasaron desapercibidos durante años e incluso fueron considerados modelos sociales a los que imitar.
A nivel diagnóstico Cleckey estableció criterios para reconocer a los psicópatas, pero de modo práctico, vamos a recoger algunas de las características más significativas para poder distinguirlos, según Iñaki Piñuel serían:
- La capacidad superficial del encanto. Tienen labia y facilidad de palabra, aunque habitualmente mienten.
- Su estilo de vida parasitario. Se aprovechan de los logros de los demás trabajadores.
- El sentido grandioso pero irreal de los propios méritos. Tienden a maximizar cualquiera de sus logros.
- La capacidad de conectar con el poder. Buscan relacionarse con altos cargos, en su camino al poder.
- La excelencia en el mentir. Siempre lo hacen, y lo hacen muy bien.
- La incapacidad de sentirse responsables o culpables. Nunca sienten remordimientos y eso los hace muy peligrosos.
- Son unos expertos manipuladores. Consiguen que los demás hagan lo que ellos quieren sin que lo adviertan.
- Frialdad emocional. Saben dominar las situaciones de riesgo y no les tiembla el pulso.
Se han propuesto algunas explicaciones a la psicopatía, podría deberse a un desajuste bioquímico o a una baja actividad cortical y necesidad de estimulación. También, según algunos estudios utilizando un escáner PET (tomografía por emisión de positrones) que permite leer la actividad del cerebro ante ciertos estímulos. La zona del lóbulo prefrontral donde se localizan los estímulos sobre la empatía, en los psicópatas, se encuentra inactiva. Además, los psicópatas, muestran menos actividad en áreas del cerebro relacionadas con la evaluación de las emociones vinculadas a las expresiones faciales, particularmente a las que expresan temor, esto podría deberse, según otros estudios psiquiátricos a que tienen conexiones defectuosas entre la parte del cerebro que se ocupa de las emociones y la que maneja los impulsos y la toma de decisiones
¿Es el psicópata un enfermo? Hay bastante consenso en que el psicópata no debe considerarse un enfermo, sino un ser anormal con una estructura mental diferente a la del resto de la Sociedad e incapaz de adaptar su conducta a la normalidad.
¿Son culpables de sus delitos? En España se les considera imputables a todos los efectos, sin que la psicopatía sirva de atenuante de delito ante los tribunales, son capaces de distinguir entre el bien y el mal, lo que les hace responsables y con plena culpa.
Respecto a su posible rehabilitación, la psicopatía es incorregible, en algunos individuos, ciertos fármacos antipsicóticos podrían reducir su impulsividad, pero las terapias de rehabilitación convencionales basadas en la capacidad de empatizar con sus víctimas fracasan, y es sólo apelando al egoísmo del individuo, incorporando alguna conducta que les beneficie o les evite penas, que se puede lograr algún avance.
Difíciles de reconocer y mucho más difíciles de evitar. Robert Hare, Doctor en Psicología de la University British Columbia en Canadá y experto en psicopatía los llama “Serpientes con Traje”.
Me sentí fascinada ante el culto, refinado, seductor y de modales exquisitos Hannibal Lecter, quien resultó un cínico, desequilibrado y mostruoso asesino. Nunca olvidaré el escalofrío que me produjo el Silencio de los Corderos. Las víctimas de los psicópatas nunca olvidarán la crueldad con les trataron. Evita estas “Serpientes con Traje”, estate atento a las señales y quítate de su camino mientras puedas.
“Cuanto mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros”. Cicerón.
Digamos que existen o los nominamos Psicópatas Sociales,más o menos agresivos a los ojos ó no?. Pero si, lo suficientemente inteligentes para afectar,dominar,agravar el estado mental y emocional de las personas que le rodean.
ResponderEliminarLos sentimientos de Amor pueden permitir que un psicopata actue.
Quizás bajo sentimientos reales suyos ,pero que ,a lo largo del tiempo hacen daño a quienes le rodean.
Puede también que muchos comportamientos que tienen muchas personas como: Ego excesivo, necesidad de poder,todos ellos sean Psicopatas con corbata (Politicos,Presidentes de Grandes Empresas,Médicos, Deportistas,etc).
Pero puede alguien con una situación como la actual que marca carencias importantes principalmente la Laboral...las personas acaben volviendose Psicópatas.
En que momento podamos pensar que es un mania coloquialmente hablando y sea un paso para acabar volviendote Psicópata.
Será que en estos tiempos hay más Psicópatas .
La verdad creo que tendre que ser mas prudente,por que me da que a lo largo de mi vida he encontrado más afectados de lo que yo pensaba,puede que hay demasiadas cosas que camuflan a estas personas.
Gracias por tu comentario, en efecto hay muchos psicópatas con corbata y traje, pero también en vaqueros, permíteme la broma, seguro que te has encontrado algunos en tu camino, ahora podrás reconocerlos mejor. Pero no te preocupes, no se vuelve uno psicópata por la situación actual de crisis, se nace psicópata, empiezan a dar muestras a edades muy tempranas, ya en edades de 3 y 5 años han encontrado características psicopáticas en niños. La crisis, la presión y desesperación puede hacer que personas sensatas, cometan atropellos y disparates, pero es distinto, estas personas tienen emociones, son capaces de cambiar y en cuanto se dan cuenta, sienten remordimiento. Los psicópatas NO sienten remordimiento, no tienen conciencia, SON DEPREDADORES. Un abrazo.
ResponderEliminarAlgo así leí yo hace poco
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