El cerebro es básicamente una máquina predictiva que reduce la incertidumbre que nos produce el entorno. La teoría de la mente o metacognición, se refiere a la capacidad de comprender la propia mente y la de terceros, anticipar la conducta propia y la ajena, predecir, entender y pensar sobre los conocimientos, creencias, intenciones y emociones de los otros. Nos permite por tanto, aprender del entorno, razonar, planificar, auto-regular nuestra conducta y actuar en consecuencia.
En el desarrollo de la metacognición influirá decisivamente nuestro entorno: familia, escuela y también la cultura y la sociedad en la que vivamos, además de factores propios de la persona, como el sexo, el lugar que ocupa en la familia, su carácter, etc., haciendo que tenga una interpretación propia de todo lo que le rodea.
En los humanos, esta habilidad comienza a desarrollarse hacia los tres o cuatro años de edad, pero no es hasta años más tarde, tras el aprendizaje escolar y vivencial que se haya plenamente desarrollada. La falta de esta capacidad puede dar lugar a ciertas patologías como el autismo, caracterizado por una falta de capacidad para relacionarse con los otros, y otros problemas del desarrollo.
Cada vez que recibimos una imagen, un sonido, una sensación a través de tus sentidos o cualquier otro estímulo, se produce un complejo proceso dentro de nuestro cerebro, que da como resultado una respuesta, una emoción, una interpretación de la situación y finalmente una conducta que tiene una consecuencia.
Algunas veces en el curso del pensamiento, se producen distorsiones cognitivas, se trata de interpretaciones erróneas que hacemos de lo que nos sucede, creando esquemas mentales que deforman la realidad y pueden convertirse en experiencias dolorosas. Es especialmente común, cuando estamos tristes o deprimidos, estas distorsiones aparecen de manera automática y continua, desvirtuando la realidad.
Todos hemos experimentado estas sensaciones negativas en alguna ocasión, existen varios tipos de distorsiones cognitivas, las más comunes son:
Pensamiento catastrófico. Tendencia a esperar o interpretar lo peor, a ver algo como intolerable o inmanejable. Por ejemplo pensar que si muriera nuestra pareja, quedaríamos tan hundidos que no lo podríamos superar nunca.
Pensamiento polarizado o dicotómico. Se tiende a percibir cualquier cosa de forma extremista, sin términos medios, algo es malo o bueno. Por ejemplo si cometes un error te dices a ti mismo que eres torpe o tonto.
Interpretación del pensamiento/inferencia arbitraria. Cuando una persona interpreta todo lo que oye y le dicen, hace juicios repentinos sobre los demás, también hace presunciones sobre qué es lo que quería decir en realidad, sobre sus motivos, etc. que en muchos casos no tiene nada que ver con la intención del que estaba hablando.
Tener razón. La persona se pone normalmente a la defensiva, continuamente está probando que su punto de vista es el correcto, que sus apreciaciones son justas y que todas sus acciones son adecuadas. Es difícil que este tipo de personas cambien porque tienen dificultad para escuchar nuevas informaciones. Cuando los hechos no encajan con lo que ellos creen, los ignoran.
Abstracción selectiva. Medir una experiencia vivida bajo un aspecto, eliminando el resto de factores, centrarse únicamente en los aspectos negativos o positivos de una situación, ignorando cualquier otro tipo de información, un desamor no significa que la gente que te rodea no te quiera.
Los debería. Reglas inflexibles elaboradas por uno mismo, muchas veces sin ninguna base lógica, que nos esclavizan.
Estas son sólo algunas de las distorsiones cognitivas más habituales, que de producirse con frecuencia y llevadas al extremo, podrían dañar de forma importante nuestra salud mental y física, necesitando la ayuda de un profesional.
Nuestro éxito o fracaso dependerá de nuestra conducta, nuestra conducta de nuestros pensamientos y estos a su vez de lo que tenemos en nuestra mente y del proceso de “digestión” de todo lo que recibimos a través de nuestros sentidos. No siempre podemos controlar lo que recibimos, pero si podemos intervenir en cómo lo procesamos.
Recuerda, las cosas no son siempre lo que parecen, reflexiona y modela tus pensamientos, tu interpretación del mundo será propia y distinta a la de otros, pero ¿será la adecuada?.
“Si la gente nos oyera los pensamientos, pocos escaparíamos de estar encerrados por locos” Jacinto Benavente.
Una amiga me enseño que no hay que darle tantas lecturas a los que vemos, a lo que oímos ,el creer,pensar mas allá de lo que realmente son las cosas.
ResponderEliminarCreo que todo , Irá, tanto, en cuanto , nos levantemos, ese día con que pie?¿? derecho izquierdo....
La verdad dependerá,de cuanto , seamos émpaticos y simpáticos ante la diferentes situaciones que se no presentan el día a día.
Vista la forma de sociedad que se esta creando, esa sociedad que levanta la mirada de su Teléfono, por que realmente oyó un ruido estremecedor, poco mas harán, una foto, la subirán al facebook o you tube.
Las carencias, por esta nueva forma de vida, por comodidad van por el camino de perder la sensibilidad, ante lo vemos, oímos, olemos.
En una ciudad donde las personas carecen de dar unos Buenos Dias me gustaría saber que metacognición es esta?¿?¿.....
Sí en efecto, muchas personas en actualidad, pese a las tecnologías que nos mantienen informados en tiempo real, se aíslan y evitan lo más importante que es relacionarnos, mirando a los ojos al que tienes enfrente, escuchando activamente, sintiendo como él se siente ... tal vez el problema radica en eso precisamente, en que esa metacognición o conocer la mente del otro, no está bien desarrollada. Quizás algunos no son capaces de comprender al otro porque ni siquiera se comprenden ellos mismos, tan sólo dejan que la vida pase a su lado, sin pararse a pensar, a entender y a probar otras conductas. Buen consejo el de tu amiga, no des demasiadas vueltas a las cosas, podrías deformarlas. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarMe pareció muy útil para todos y para mí, que el asunto de las interpretaciones e interacciones me son bastante complicados. Muy interesante, realmente.
ResponderEliminarGracias.
Gracias Flynn, me alegro te haya gustado. Un saludo.
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